El bosque de los sueños rotos

Bienvenido al bosque de los sueños rotos,
donde cada alma ruega por su libertad.
Ríos de llanto y pena dejan sotos,
cada árbol, cada arbusto sufre sin piedad.

Aquí yacen los condenados,

esclavos del dolor y la miseria.
No hay lugar para bienaventurados,
la tranquilidad causa histeria.

Bienvenido al bosque de tus pesadillas,
donde habita la muerte disfrazada.
Se burla con el río a sus orillas,
cada ilusión marchita es una carcajada.

Aquí no puedes encontrar consuelo,

el viento sólo sopla soledad.

Todo aquí se queda en un anhelo,

nunca verás un sueño convertirse en realidad.

Beso soñador

La luna está gritando de gozo y de alegría
Aún no lo creo, que bajo el manto estrellado de la noche llegaras
No sé dónde termina lo real y dónde empieza la fantasía
Parece ser un sueño el que tus labios me tocaran

Te acercas y te alejas, y yo siempre te sigo
Como un loco sediento deseo tu llegada
Tus brazos se convierten en mi abrigo
Y regresas a calmar mi sed con tus besos de cascada

Cierro los ojos y te miro con el alma
Y muero porque me quedo sin aliento
Renazco en un verso que me calma
Y en el acto se me muere el sufrimiento

Sin palabras te digo todo lo que había callado
Sin pensarlo delato a mi silencio
No respiro y me siento desahogado
La derrota del miedo yo presencio

Muerte a Crono y al espacio que nos cubre
Estando preso en ti me siento libre
Sólo tú terminas con lo lúgubre
Y me llenas de vida como el mimbre

Piel de luna me retiro
Vivirás en mí por siempre
Desde mis sueños yo te admiro
Volveré por ti cuando despierte.

En ti pongo mi vida

En ti pongo mi vida,
disculpa por hacerte responsable
Pero si tus ojos ríen,
mi corazón canta
Si tus ojos lloran,
mi corazón calla
Cuelga de un hilo rojizo mi fe,
y mi esperanza se columpia en tu silencio
Sálvame,
muéstrame el amanecer aperlado de tu semblante,
sé que se esconde detrás de mi locura
Quiero sentir su melodía abrazando mis penas
Sálvate,
no me dejes morir
En ti pongo mi vida, y mi vida eres tú.

Eres tú.

Eres tú, luna y sol,
el tiempo que corre en pausa
a través de las lívidas manos de tu ausencia
Suspiros de anhelos furtivos
que germinan con la luz de tu existencia

Eres tú, frío y calor,
el viento que calma y altera
el cabello acobrado del roble con su presencia
Canto de petirrojo que el bosque
oscuro y frondoso recibe con complacencia

Eres tú, sombra y luz,
el momento de claridad entrante y rojiza
que parece quemar el manto de la impotencia
Delirio nocturno que me acompaña y protege con su esencia.
Eres tú, guerra y paz, eres tú, muerte y vida.

Espejismo

Solo en tu ausencia que desierto parece
Solo entre la arena caliente
Bajo el sol que quema fuerte
En agonía constante
Sin fuerzas para seguir adelante
Con unas ansias de sed abundante.

Camino sólo por inercia
Con dolor como atingencia
Perdiendo la razón y la coherencia
Deshidratandome con desavenencia
Muriendo de sed con demencia

A lo lejos veo un oasis
Con un manantial con agua fresca
Parece que me espera
Porque vaya desespera
Y ahora que aquí estoy por fin lo he notado
Tan sólo era una ilusión, soy un tarado.
Cómo no lo pude ver...
Tan sólo era un espejismo mi sed.

Vil tentadora.

Tú quien me llama, fruto rojo del exilio
Tú, poseedora de la maldad y lo divino
Ve y danza sola, pieza linda y traicionera
Ve, sugestión de vil enredadera.

Tú quien insiste, fuego de la tentación
Tú, erudita de la seducción
Ve y aleja tus males, ignominia de mi ser
Ve, no pienso volver a caer.

Mirada Suicida.

De nuevo miré tu sonrisa
Y recordé lo mucho que te amaba
De nuevo se cruzaron nuestras vistas
Y recordé lo fuerte que chocaban

Me perdí en tus ojos
Sin encontrar una salida
Sin la llave del cerrojo
Salió mi instinto suicida

Pues morir era buena opción
Mucho menor tormento
Porque bailamos un danzón
Entre dolor y sufrimiento

Qué tarde lo noté
Ahora ya no hay tiempo
Tú ahora estás con él
Yo me muevo con el viento

Dos corazones que se amaban
Hoy fingen ya no hacerlo
Que seas feliz amada
Yo jamás volveré a serlo.